Apéndice 1 Las Marcas del Falso Maestro
Nota: El falso no tiene a fuerzas de tener todas estas marcas, solamente uno o más y luego sigan lo demás.
- El fruto de su doctrina es malo – No hay verdadera espiritualidad producida de sus enseñanzas y ejemplo. Las personas salvas y espirituales no son comunes y producidos por sus ministerios sin son diferentes del común bajo su ministerio.
- No hacen la voluntad de Dios – Mandamientos claros de Dios son ignorados. La voluntad de Dios y la palabra de Dios no son prioridad y preocupación.
- Quieren esclavizar a los hermanos – No hay concepto de libertad del creyente (Gál. 2:4), sino sistemas de control y despojo. Casi nadie puede hacer decisiones sino ellos. No hay respeto de diferencias entre cristianos. Todos los asuntos son blancos y negros y solamente ellos tienen la verdad.
- Roban a los hermanos de su dinero – Toman más que es merecido. Toman a fuerza, o por obligación esforzado. Concentran sus ministerios en dinero, cosas, edificios, finanzas, grandeza, y los hermanos pagando todo ello por sacrificio mientras ellos mismos viven en lujos y excesos.
- Tendencia de ser duro y cruel – No tiene compasión y ternura. Maltratan a los hermanos, no ayudándoles en sus problemas, sino haciendo más difícil todo.
- Fabrican su propia visión que no es de Dios – Rechazan lo que Dios ha dicho.
- Promueve la adoración a otros dioses u otra doctrina que no es verdad – Sus doctrinas y conducta conducen a sus seguidores lejos de Dios y hacia otros dioses, metas, y prioridades.
- Desobedecen restricciones e instrucciones claras en la Biblia – Ellos mismos son excepciones de los mandamientos de Dios cuando les conviene. Tienen buenos argumentos para excusarse a ellos mismos, pero obligan a los demás.
- Engañan por hacer milagros para ganarles autoridad con el pueblo de Dios –Enfocan en el milagroso no la palabra.
- Predican cosas que no promueven y producen la piedad, sino vanidad, no fuerza espiritual.
- Se parecen “hermanos” pero son lobos rapaces – Identificándose como hermanos, ellos mismos se aprovechan de los hermanos, no sirviéndoles sino consumiéndoles, abusándoles, y causándoles problemas y estrés.
- Tienen tendencia de no enfrentar el pecado, especialmente lo que hay – Son cobardes que no predican en contra de los pecados de su gente.
- Rechazan, desprecian, blasfeman, odian, y denuncian autoridades – Son rebeldes en su corazón, rechazando el derecho de los que le dictan que hacer.
- Son murmuradores – No paran de quejar con todo.
- Son querellosos –
- Tienen tendencia a exagerarse – Son expertos del “hablar evangelisticamente”.
- Hacen acepción de personas para provecho personal o de su ministerio – Tienen un ojo muy adepto en identificar y cosechar de personas ricas.
- Son burladores – Les gusta hacer broma y mofar de personas y cosas.
- Son herejes – Promueven doctrinas que separan los hermanos de otros.
- Son sensuales, sin el Espíritu Santo – Prefieren el sentir bien que anda bien.
- Son calumniadores, blasfemadores – Se habitan de hablar mal de todos, para destruir a los demás en los ojos de los demás.
- Son personas sin reglas, sin principios, sin integridad – Sus vidas no son ordenadas por reglas y principios basados en la Biblia, sino son una ley a sí mismo.
Tomado de mi libro http://www.davidcox.com.mx/cox/shorts/falsos.htm.